A diferencia de la generación de electricidad a partir de la energía solar, la tecnología fotovoltaica, los criterios de decisión para calentar con la ayuda del sol son más variados. Por lo tanto, es aún más importante definir y planificar la instalación con precisión de antemano para reconocer el sentido y el propósito de tal inversión.
Muchas preguntas surgen entonces:
- ¿Se debe utilizar el sistema únicamente para la preparación de agua caliente, o también para el apoyo a la calefacción?
- ¿Posee una piscina que necesita ser climatizada?
Hoy en día, los colectores solares para el apoyo de calefacción y agua caliente son muy comunes. Principalmente en los meses de verano, se puede obtener agua caliente de forma gratuita, siendo los paneles solares en el techo una buena alternativa. En verano, la calefacción se puede apagar por completo y la demanda de agua caliente se cubre completamente a través del sistema de energía solar térmica.
La distribución óptima del calor en la casa ahorra costos de calefacción. Es aún más importante ahorrar en los costos de calefacción, que son responsables de aproximadamente el 90 por ciento de la demanda de energía en el hogar, junto con el agua caliente. La distribución del calor dentro de la casa juega un papel muy esencial en esto.
En invierno, cuando se necesita especialmente calor en la casa, el sol brilla con menos frecuencia y aquí es donde el almacenamiento necesario juega un papel clave. Al instalar los sistemas solares, se recomienda una orientación del techo hacia el sur y un ángulo de inclinación de aproximadamente 45 grados.